Andante

Después de la segunda Guerra Mundial se produce un cambio importante en la actitud del modelo ante la cámara. El acto fotográfico, que hasta entonces se había reservado para las ocasiones solemnes, se populariza y sale del estudio a la calle. Las poses dejan de ser rígidas y severas y el personaje comienza a aparecer distendido, sonriente. La llegada de Kodak y la expansión de la fotografía amateur juega un papel importante en este proceso. Empiezan a ser habituales las tomas en las que el personaje aparece en actitud relajada y ocupado en alguna actividad: leer, comer, beber, andar…